Epilogo: Comienzo
7/5/2010, 16:59
El día había dado lugar a una paciente noche. Los gritos aún poblaban la seca rivera de aquel río y al compás una estridente música compuesta por el choque del metal y los salmos a los dioses se precipitaba a un turbulento final. Ambos bandos llevaban batallando horas, reservando sus fuerzas en una continua guerra de desgaste en la cual poderosas fuerzas se encontraron para hacer partícipes a los allí presentes de un sin fin de horrores; una amplia marea que recorrió aquel lugar por última vez arollando a decenas de hombres, una agónica lluvia de fuego que deshizo en carne y hueso a cuanto encontró, bruscos temblores de tierra que agrietaron aquella tierra bañada por la sangre y destruyeron aquel enorme y centenario puente, oscura magia que alzó de nuevo a los muertos y avivó los esqueletos de míticas criaturas hasta allí portados e incluso la intervención casi directa de los dioses en forma de un terrible guantelete espectral que retenía en su puño al símbolo de uno de los ejércitos que allí luchaban por su propia causa. Durante esa batalla solo la muerte halló victoria, y solo las pocas almas supervivientes fueron testigos de aquel suceso que cambiaría la historia.
(...)
Capricho de un extraño destino fue el hecho de que aquella batalla se decidiera por las decisiones de un pequeño grupo, que desde hacía años arrastraba una serie de diferencias jamás acalladas y al final liberadas. Una figura, cubierta en sangre sostenía aquel extraño colgante que definió desde un segundo plano aquella batalla, colgante que había sido traido sin pleno conocimiento por aquel grupo. Los salmos continuaron, más cesó la respuesta a todos ellos, el cielo enrareció y todo comenzó a temblar. La figura cayó sobre sus palmas, incapaz de mantenerse erguida ante el brutal y ponzoñoso ataque recibido momentos antes de aquella sombra de la que pocos se acordarán. Demasiado tarde para todos, la mano espectral que sujetaba al glorioso emperador de Kar'Han se había desvanecido, y mientras la figura caía un amplio portal rompió el aire y de él una figura monstruosa, astada de negras escamas y ojos brillantes; el doble de alto que aquel puente y con una marca sangrienta en el pecho que los héroes ya conocían entraba en escena. Ante ellos, aquel a quien tanto tiempo habían temido, y en secreto, parte había servido.
(...)
Lo que ocurrió después se pierde casi por la magnitud de lo ocurrido, aunque no en trascendencia. Amanecer se hundió en el pecho del "Señor oscuro" de nilhen, y momentos después fueron arrastrados todos fuera de aquel puente que comenzaba a sufrir la lava que había surgido de las grietas del rio seco. Solo dos figuras quedaron. Dos épicas batallas, tan fugaces como trascendentes en las cuales se vio la dualidad al completo entre las fuerzas celestiales e infernales, una batalla mortal impregnada por un conflicto superior.
(...)
Sería incapaz de explicar cuanto ocurrio después. Todo estaba cubierto de la extraña y siniestra luz de que mostraba la roca fundida, el emperador reveló ante lo que quedaba de ejercitos, que habían dejado de batallar para contemplar atónitos, su verdadera forma. Una majestuosa sierpe aurea, de escamas brillantes y un extraño halo que iluminaba por si solo aquel lugar. Tendido en el lecho tras haberse enzarzado en una batalla mortal ante el horrible ser sacado de los propios infiernos, el cual se desvaneció al caer en una cortina de llamas. Y, en el puente, aquel angel que desde los primeros compases había batallado con los allegados del emperador y el que fue su mejor amigo se vieron atrapados por sus naturalezas, sabiendo que jamás habría reconciliacion, y en la confusión se deshicieron en una extraña luz, cuando, entre los brazos del celestial, agonizaba el cuerpo moribundo de su compañero, habiendo encontrado un final aquel encuentro.
Cuando el puente ya estuvo caido, y la base de aquel rio vuelto a solidificarse, cuantos fueron presentes de aquel suceso se dieron cuenta de que todo había acabado, que aquel enorme dragón, sacado de los mismos cielos era realmente la figura que durante más de mil años les había guiado tanto a ellos como a sus ancestros y, que pese a la victoria, el precio pagado en ella había sido demasiado caro. Los pocos hombres que tuvieron estómago tras acercarse a ver la majestuosa figura que yacia en el lecho, comenzaron a recoger sus honorarios, y, hasta la mañana del siguiente día no se terminó de buscar heridos y el merecido premio de los hombres que esa noche vieron el comienzo de una nueva era.
"De aquel grupo y sus supervivientes... bueno, no conozco gran cosa. Tan solo lo que ya se sabía de ellos y lo que está recogido en ese libro que encontré a la orilla del río. Ví como un hombre lo posaba mientras todo ocurría y caminaba sobre la lava alzando su voz hacia la batalla del puente. Tal vez... sea momento de pensar en mostrarle a la gente a traves de estas hojas cuanto se ha vivido hasta llegar a este momento... tal vez sea el momento de honrar a su escritor y a las desventuras de esa figura alada, Argan... Solo los dioses saben lo que ocurrirá con los que sobrevivieron.
¿Lorgar Heldenhammer y Argan?, por los dioses que su memoria será honrada. No como héroe o villano, no como figuras de los cielos o el infiernos. Como la leyenda que este libro dirá que son.
Ah, y sobre el resto; estoy seguro que tendrán la gloria que merecen...y quien sabe dónde estarán dentro de unos años. Tal vez algunos vivan eternamente en un hueco reservado a los grandes héroes de la historia, puede que otros solo caigan en el olvido. Tan solo espero volver a escuchar sus nombres.
¿¡Ois eso!?, Vamos muchachos, el ejercito se mueve, regresemos a casa. Honremos a los caidos con la gloria de esta batalla"
(...)
Capricho de un extraño destino fue el hecho de que aquella batalla se decidiera por las decisiones de un pequeño grupo, que desde hacía años arrastraba una serie de diferencias jamás acalladas y al final liberadas. Una figura, cubierta en sangre sostenía aquel extraño colgante que definió desde un segundo plano aquella batalla, colgante que había sido traido sin pleno conocimiento por aquel grupo. Los salmos continuaron, más cesó la respuesta a todos ellos, el cielo enrareció y todo comenzó a temblar. La figura cayó sobre sus palmas, incapaz de mantenerse erguida ante el brutal y ponzoñoso ataque recibido momentos antes de aquella sombra de la que pocos se acordarán. Demasiado tarde para todos, la mano espectral que sujetaba al glorioso emperador de Kar'Han se había desvanecido, y mientras la figura caía un amplio portal rompió el aire y de él una figura monstruosa, astada de negras escamas y ojos brillantes; el doble de alto que aquel puente y con una marca sangrienta en el pecho que los héroes ya conocían entraba en escena. Ante ellos, aquel a quien tanto tiempo habían temido, y en secreto, parte había servido.
(...)
Lo que ocurrió después se pierde casi por la magnitud de lo ocurrido, aunque no en trascendencia. Amanecer se hundió en el pecho del "Señor oscuro" de nilhen, y momentos después fueron arrastrados todos fuera de aquel puente que comenzaba a sufrir la lava que había surgido de las grietas del rio seco. Solo dos figuras quedaron. Dos épicas batallas, tan fugaces como trascendentes en las cuales se vio la dualidad al completo entre las fuerzas celestiales e infernales, una batalla mortal impregnada por un conflicto superior.
(...)
Sería incapaz de explicar cuanto ocurrio después. Todo estaba cubierto de la extraña y siniestra luz de que mostraba la roca fundida, el emperador reveló ante lo que quedaba de ejercitos, que habían dejado de batallar para contemplar atónitos, su verdadera forma. Una majestuosa sierpe aurea, de escamas brillantes y un extraño halo que iluminaba por si solo aquel lugar. Tendido en el lecho tras haberse enzarzado en una batalla mortal ante el horrible ser sacado de los propios infiernos, el cual se desvaneció al caer en una cortina de llamas. Y, en el puente, aquel angel que desde los primeros compases había batallado con los allegados del emperador y el que fue su mejor amigo se vieron atrapados por sus naturalezas, sabiendo que jamás habría reconciliacion, y en la confusión se deshicieron en una extraña luz, cuando, entre los brazos del celestial, agonizaba el cuerpo moribundo de su compañero, habiendo encontrado un final aquel encuentro.
Cuando el puente ya estuvo caido, y la base de aquel rio vuelto a solidificarse, cuantos fueron presentes de aquel suceso se dieron cuenta de que todo había acabado, que aquel enorme dragón, sacado de los mismos cielos era realmente la figura que durante más de mil años les había guiado tanto a ellos como a sus ancestros y, que pese a la victoria, el precio pagado en ella había sido demasiado caro. Los pocos hombres que tuvieron estómago tras acercarse a ver la majestuosa figura que yacia en el lecho, comenzaron a recoger sus honorarios, y, hasta la mañana del siguiente día no se terminó de buscar heridos y el merecido premio de los hombres que esa noche vieron el comienzo de una nueva era.
"De aquel grupo y sus supervivientes... bueno, no conozco gran cosa. Tan solo lo que ya se sabía de ellos y lo que está recogido en ese libro que encontré a la orilla del río. Ví como un hombre lo posaba mientras todo ocurría y caminaba sobre la lava alzando su voz hacia la batalla del puente. Tal vez... sea momento de pensar en mostrarle a la gente a traves de estas hojas cuanto se ha vivido hasta llegar a este momento... tal vez sea el momento de honrar a su escritor y a las desventuras de esa figura alada, Argan... Solo los dioses saben lo que ocurrirá con los que sobrevivieron.
¿Lorgar Heldenhammer y Argan?, por los dioses que su memoria será honrada. No como héroe o villano, no como figuras de los cielos o el infiernos. Como la leyenda que este libro dirá que son.
Ah, y sobre el resto; estoy seguro que tendrán la gloria que merecen...y quien sabe dónde estarán dentro de unos años. Tal vez algunos vivan eternamente en un hueco reservado a los grandes héroes de la historia, puede que otros solo caigan en el olvido. Tan solo espero volver a escuchar sus nombres.
¿¡Ois eso!?, Vamos muchachos, el ejercito se mueve, regresemos a casa. Honremos a los caidos con la gloria de esta batalla"
Re: Epilogo: Comienzo
10/5/2010, 23:08
Tras la batalla dio comienzo un conflicto que tardaría mucho en resolverse. La legendaria y sagrada espada imperial fue recogida por quien acabó con el "Oscuro". Cada orden reclamó para sí la fulgurante hoja. Los vigilantes alegando ser los únicos en quien podía confiarse su custodia, al igual que el fuego sagrado alegando su labor durante cientos de años de recopilar reliquias y salvaguardarlas y por último la orden del dragón quienes aseguraban que solo sus artes mantendrían segura un arma como esa, vital para el imperio. En contrapunto, las antaño 100 espadas del emperador, de los cuales apenas quedaban más de la mitad tras la ardua batalla, exigían para sí aquello que por derecho decían pertenecerles; como los hombres más fieles a la gran figura del emperador. Por ello, Valkaryon, desapareció a la llegada de Rakverelin con algunos de los hombres más prominentes de las ordenes.
Ajenos al conflicto, otros como Tk'naj y Alastor reclamaron su trofeo en esa batalla, los dos dragones negros que habían servido de compañía a la terrible figura de Nilhen, y al final; solo Alastor participó en el regreso triunfal del genral Darren Greenhud. En la amplia partida de regreso se portó el cuerpo del general enemigo, aún con la armadura, colocado sobre un carro y erguido contra un poste,el trofeo de aquella batalla y la muestra de que lo perdido allí había servido para algo. Parte de las espadas del emperador permanecieron en el campo de batalla junto al cuerpo del majestuoso dragón sin vida, de su señor, y días más tarde desaparecieron sin dejar rastro alguno de su presencia ni del dragón.
Tk'naj, Alastor y Valkaryon se convirtieron en héroes para el imperio, figuras que se alzaron por encima de otras y recibirían por orden del general Greenhud esa distinción en todo el territorio.
Farah, la guía funebre de la orden religiosa procedente de Nilfgaard, creyó encontrar lo que buscaba en la batalla, en mitad del caos y la confusión. Y, con el trabajo hecho se separó con sus hombres de la partida de guerra para regresar a casa.
Reena, la misteriosa hechicera, artífice de las oleadas de destrucción en la batalla. Se marchó, casi sin esperar a que los cuerpos de los caidos se enfriaran. Reencontrandose con el nuevo mundo que se abría frente a ella, en busca de un sentido para su existencia tras haber estado apartada de la realidad durante tantos años.
Tk'naj desapareció a la mañana siguiente de la batalla, tras recoger sus honorarios en forma de piel de dragón. Nadie sabe dónde fue, aunque algunos hablan que siguió a la extraña figura que hizo aparición en el compás final de la batalla sobre el puente.
Alastor acompañó, como héroe de guerra a la partida hasta Rakverelin, y finalmente hasta Aszara, cubriendose de gloria en tal desfile y recibiendo ofrendas y todo tipo de regalos. Nadie conoce el motivo por el cual se adentró en las tierras salvajes apenas un mes después de su llegada a la capital, apartándose de todas las mirada que parecían seguirle con admiración en cada festejo.
Valkaryon lidió con otros asuntos de mayor importancia, siempre en el ojo del huracán y vigilado por las órdenes apenas llegó a Rakverelin con la partida de guerra. Dicen que desapareción con algunos de los maestres de las ordenes a deliberar el futuro de dicha espada, y los más supersticiosos, aseguran que incluso decidir el curso del nuevo imperio.
Nadie habló de Corvus, ni de su presencia o existencia en la batalla. Algunos aseguran que batalló junto al ejercito Nilhenés, otros que fue la sombría figura que irrumpió en el puente, e incluso hay quien dicen que murió hace tiempo y su nombre solo ha sido arrastrado por el misterio que siempre envolvió al Ojo de Savras de quien se oiría hablar a lo largo de los pueblos y ciudades de forma poco precisa.
Finalmente, la partida de guerra se deshizo en el camino hasta Aszara. Y, con el grupo disuelto, incapaz de mantenerse unido ante una única causa y cada uno con sus propios asuntos, el tiempo comenzó a fluir con rapidez, dejando que los sucesos se abrieran camino...
Hubo numerosos altercados en distintos pueblos y grandes ciudades del imperio. La gente, enemistada con la penuria que trajo la guerra y las pocas plegarias que fueron escuchadas comenzó a tomar por su cuenta lo que necesitaba, y fueron los templos y cultos del imperio los que sufrieron los asaltos. Y, con la misma intensidad cobró fuerza el extraño movimiento, "Los hijos de la verdad", como se hicieron llamar después, siempre ataviados con capuchas grises; ganó fuerza y acólitos entre las gentes destrozadas por la guerra.
La paz con Tyrennas llegó poco después, habiendo pasado años de guerra de desgaste y empezado a sufrir en el frente del norte se firmó un tratado por el cual Tyrennas devolvió el territorio correspondiente al imperio y se mantuvieron las fronteras. El reino de Nilfgaard accedió tras conocer el consentimiento Imperial. Nilhen quedó parcialmente dividida ante la caida de su señor, el odio hacia el imperio se reflejó en las relaciones comerciales y en el trato a la gente que procedía del norte. El imperio en un principio no intentó traer la paz con la gente de Nilhen, ocupados en lidiar con sus propios problemas.
Los rumores con Aryth aseguraban que una familia arcana fue la artífice del asesinato del líder provisional de la región. Aseguran que fue la propia familia Tzarius como los heraldos de Nilfgaard y Alturia aseguran; ya que según dicen la confirmación vino por parte de la hermana del hombre asesinado. La familia Tzarius cayó en desgracia y se exilió de Nilfgaard evitando un conflicto a gran escala entre Aryth y Nilfgaard.
Al norte de Alturia, la pequeña región que correspondía a una pequeña aldea minera conocida como "Mundovilla", perteneciente a un grupo de aventureros que la liberaron años atrás y protegida por un ejército nilhenés se independizó tras la caida del "Oscuro", siendo el hombre conocido como Sarifent su actual regente y señor del castillo oculto en las montañas.
Nadie sabe cuanto tiempo estuvo Valkaryon desaparecido con las órdenes, aunque se sabe que regresó a Rakverelin para cuidar del templo al dios del alba, protegerlo, y aceptar sus nuevas responsabilidades como Santo de su religión y maestre de la misma.
Y así, es como el grupo, antes unido. Se deshizo al no existir una causa común, ocupados con sus propios problemas... y solo los dioses saben si algún día llegará el momento de que sus caminos les lleven a un lugar en común.
Re: Epilogo: Comienzo
11/5/2010, 15:23
No sé cuanto tiempo ha pasado desde que comenzaron sus andanzas, tampoco recuerdo muy bien cuando llegaron y se fueron algunos de los miembros. Su última aventura queda ya 12 años atrás y todo ha cambiado drásticamente desde entonces. Comenzaré por el principio, y hasta dónde puedo recordar.
En cuanto al imperio...
El imperio se sumió en un estado de transición del que le ha costado casi 10 años salir. El guardian de la Luz, Valkaryon retrasó algo que era inevitable. La espada del emperador, símbolo de su gente y de cuanto portó en vida fue recluida entre los muros de una gran fortaleza para ser custodiada y posteriormente robada lo que desató el recelo entre los maestres de las órdenes, quienes comenzaron por su cuenta una guerra de guerrillas entre sí, en la cual, las cada vez más escasas espads del emperador tomaron escaso partido. Muchos de sus integrantes se lincenciarion y con la ausencia de un líder su causa empezó a perder el sentido; después de llevar el cuerpo del dragón y "coronar" con él la Sala imperial en la que está erigido conservado magicamente en toda su gloria con todo cuanto consiguió en vida. La orden de los caballeros de la mañana en especial, guiados por Valkaryon comenzaron una busqueda que hasta el día de hoy no ha terminado, y tras tener que lidiar con los nuevos movimientos "religiosos" ha mantenido ocupado al más reciente de los maestres de su orden.
Tras el fin de la "guerra de los caballeros" el territorio imperial, aunque manteniendo el mismo estandarte, quedó dividido por facciones claramente identificadas. La orden del dragón, los vigilantes, el fuego sagrado y la familia Greenhud. Se repartieron los territorios imponiendo controles en la entrada y salida de los mismos; retomando un arcaico feudalismo tras la gloria imperial vivida durante los 1000 años de vida del emperador. Desde su muerte se respira un espíritu de desconcierto, y solo las múltiples y gloriosas estatuas de marmol, bronce y oro erigidas en su honor en todas las plazas de las principales ciudades (De tamaño considerable) han conseguido aplacar un poco el desconcierto vigente.
Darren Greenhud, maestro estratega y señor de Rakverelin ostentó los honores de su victoria durante dos años. Viviendo en el palacio imperial como regente de los territorios antes pertenecientes al emperador. Su orgullo y humor cambió drasticamente con el tiempo y junto a su trono siempre figuraba el mayor trofeo de aquella batalla. La armadura del color de la obsidiana del temido oscuro. Incluso, en el balcón del palacio, cuando hablaba con la multitud llevaba el guantelete del rival caido puesto como trofeo. Greenhud era quien contaba con la mayor simpatía del pueblo para retomar el legado de la gloria caida. Sin embargo los edictos estaban en su contra y cuando la espada fue robada intentó dar un golpe de estado con sus más allegados. Los más cercanos intentaron disuadirlo, y se negó a escucharles convencido de su razón. Tomó varias de las ciudades en una marcha militar la cual no necesitó librar batalla alguna, y cuando las 4 ordenes de entonces marcaron un ultimatun en su contra, Darren accedió a dividir el territorio en honor al recuerdo del dragón Aureo. Con el fin de la guerra, hará ya un año llegó el desconcierto; Darren abandonó su posición y el palacio a escondidas, no encontraron de él más que su sello familiar y tabardo, y no quedó rastro alguno de sus "trofeos". Algunos dicen que fue asesinado, otros que viajó al sur a devolver a su tierra aquella siniestra armadura. Lo cierto es que no se ha vuelto a saber de él.
Los hijos de la verdad, aquel culto proominente durante la guerra se alimentó aún más con la "guerra de los caballeros" y pobló templos abandonados durante dicha guerra reclamándolos como suyos en honor a quienes creian en dicha verdad. El desasosiego de sus dogmas y pragmatismo mostrado en enfrentaron con múltiples credos que tachaban de herético tal movimiento asegurando que algo más oscuro que sus grises capuchas se escondía detrás. Lo cierto es que fueron ellos los primeros en hablar de algo que compartirían otros profetas y videntes. El pequeño astro que siempre acompañaba al señor del alba comenzó a oscurecerse adquiriendo lentamente un color carmesí, creciendo en los cielos durante los años. Algunos dicen que la "Sacra batalla" librada 12 años atrás tuvo consecuencias aún más devastadoras de las visibles y que serían nuestros hijos quienes lo pagarían en forma de una lluvia celestial marcada por el pequeño "sol". Ese movimiento e idea catastrofista hizo que incluso los "Hijos de la verdad" encontraran asilo en otros paises en los que lograron adeptos.
Las organizaciones seculares más importantes llevan bastante tiempo indagando sobre dicho asunto, y mientras los guerreros batallan por sus propios asuntos, ajenos a todo. Ellos intentan detener algo que augura el fin de algo mayor.
En Nilhen...
Mientras el imperio intentaba resolver sus propios asuntos. Nilhen se enfrascó en un costoso periodo de transición que apenas duró un par de años para sobreponerse al duro golpe asestado. Un hombre, llegado de las lejanas tierras de Erathia trajo consigo un extraño cargamento. Muchos recelan y se preguntan que pudo ser ya que aquello bastó para darle un hueco en los mejores salones de las altas esferas de la nobleza nilhenesa. Durante años ha participado en un gobierno conjunto basado en un control férreo de los caminos para mantener la seguridad. Él y su séquito ascendieron al poder apenas hace unos meses tras un consenso entre las grandes familias. Algo ha precipitado tal decisión. Lo cierto es que, como lo ven en el imperio, la "bestia" ya tiene cabeza, mientras ellos aún buscan una capaz de alcanzar el sol como de la que nacieron.
Y os preguntaréis... ¿Y Tk'naj, y Corvus... y Alastor?. Su historia se vivió al margen de todos esos conflictos. Tk'naj fue visto viajando por el ancho mundo intentando pasar de desapercibido buscando un lugar donde depositar su fe entre templo y templo acompañado de un peregrino. Del que se dice que pudiera ser Corvus, mientras otros aseguran que solo son habladurías ya que murió mucho tiempo atrás, más allá de la "Sacra batalla". Sin embargo su sombra se ha alargado con los años y el misticismo creado con los crecientes rumores que señalan al "Ojo de Savras" durante todos estos años.
Alastor, pasó muchos años fuera de la tierras civilizadas, dicen que encontró aquello que buscaba en las tierras salvajes y que allí permaneció durante años. A su regreso, y pasados 12 años tras aquel épico momento que cambió su vida se le ha vuelto a ver por las calles de Aszara, donde los que entonces fueron niños o jovenes aún lo recuerdan, y un murmullo se alza ante el interrogante que será su destino.
En cuanto al imperio...
El imperio se sumió en un estado de transición del que le ha costado casi 10 años salir. El guardian de la Luz, Valkaryon retrasó algo que era inevitable. La espada del emperador, símbolo de su gente y de cuanto portó en vida fue recluida entre los muros de una gran fortaleza para ser custodiada y posteriormente robada lo que desató el recelo entre los maestres de las órdenes, quienes comenzaron por su cuenta una guerra de guerrillas entre sí, en la cual, las cada vez más escasas espads del emperador tomaron escaso partido. Muchos de sus integrantes se lincenciarion y con la ausencia de un líder su causa empezó a perder el sentido; después de llevar el cuerpo del dragón y "coronar" con él la Sala imperial en la que está erigido conservado magicamente en toda su gloria con todo cuanto consiguió en vida. La orden de los caballeros de la mañana en especial, guiados por Valkaryon comenzaron una busqueda que hasta el día de hoy no ha terminado, y tras tener que lidiar con los nuevos movimientos "religiosos" ha mantenido ocupado al más reciente de los maestres de su orden.
Tras el fin de la "guerra de los caballeros" el territorio imperial, aunque manteniendo el mismo estandarte, quedó dividido por facciones claramente identificadas. La orden del dragón, los vigilantes, el fuego sagrado y la familia Greenhud. Se repartieron los territorios imponiendo controles en la entrada y salida de los mismos; retomando un arcaico feudalismo tras la gloria imperial vivida durante los 1000 años de vida del emperador. Desde su muerte se respira un espíritu de desconcierto, y solo las múltiples y gloriosas estatuas de marmol, bronce y oro erigidas en su honor en todas las plazas de las principales ciudades (De tamaño considerable) han conseguido aplacar un poco el desconcierto vigente.
Darren Greenhud, maestro estratega y señor de Rakverelin ostentó los honores de su victoria durante dos años. Viviendo en el palacio imperial como regente de los territorios antes pertenecientes al emperador. Su orgullo y humor cambió drasticamente con el tiempo y junto a su trono siempre figuraba el mayor trofeo de aquella batalla. La armadura del color de la obsidiana del temido oscuro. Incluso, en el balcón del palacio, cuando hablaba con la multitud llevaba el guantelete del rival caido puesto como trofeo. Greenhud era quien contaba con la mayor simpatía del pueblo para retomar el legado de la gloria caida. Sin embargo los edictos estaban en su contra y cuando la espada fue robada intentó dar un golpe de estado con sus más allegados. Los más cercanos intentaron disuadirlo, y se negó a escucharles convencido de su razón. Tomó varias de las ciudades en una marcha militar la cual no necesitó librar batalla alguna, y cuando las 4 ordenes de entonces marcaron un ultimatun en su contra, Darren accedió a dividir el territorio en honor al recuerdo del dragón Aureo. Con el fin de la guerra, hará ya un año llegó el desconcierto; Darren abandonó su posición y el palacio a escondidas, no encontraron de él más que su sello familiar y tabardo, y no quedó rastro alguno de sus "trofeos". Algunos dicen que fue asesinado, otros que viajó al sur a devolver a su tierra aquella siniestra armadura. Lo cierto es que no se ha vuelto a saber de él.
Los hijos de la verdad, aquel culto proominente durante la guerra se alimentó aún más con la "guerra de los caballeros" y pobló templos abandonados durante dicha guerra reclamándolos como suyos en honor a quienes creian en dicha verdad. El desasosiego de sus dogmas y pragmatismo mostrado en enfrentaron con múltiples credos que tachaban de herético tal movimiento asegurando que algo más oscuro que sus grises capuchas se escondía detrás. Lo cierto es que fueron ellos los primeros en hablar de algo que compartirían otros profetas y videntes. El pequeño astro que siempre acompañaba al señor del alba comenzó a oscurecerse adquiriendo lentamente un color carmesí, creciendo en los cielos durante los años. Algunos dicen que la "Sacra batalla" librada 12 años atrás tuvo consecuencias aún más devastadoras de las visibles y que serían nuestros hijos quienes lo pagarían en forma de una lluvia celestial marcada por el pequeño "sol". Ese movimiento e idea catastrofista hizo que incluso los "Hijos de la verdad" encontraran asilo en otros paises en los que lograron adeptos.
Las organizaciones seculares más importantes llevan bastante tiempo indagando sobre dicho asunto, y mientras los guerreros batallan por sus propios asuntos, ajenos a todo. Ellos intentan detener algo que augura el fin de algo mayor.
En Nilhen...
Mientras el imperio intentaba resolver sus propios asuntos. Nilhen se enfrascó en un costoso periodo de transición que apenas duró un par de años para sobreponerse al duro golpe asestado. Un hombre, llegado de las lejanas tierras de Erathia trajo consigo un extraño cargamento. Muchos recelan y se preguntan que pudo ser ya que aquello bastó para darle un hueco en los mejores salones de las altas esferas de la nobleza nilhenesa. Durante años ha participado en un gobierno conjunto basado en un control férreo de los caminos para mantener la seguridad. Él y su séquito ascendieron al poder apenas hace unos meses tras un consenso entre las grandes familias. Algo ha precipitado tal decisión. Lo cierto es que, como lo ven en el imperio, la "bestia" ya tiene cabeza, mientras ellos aún buscan una capaz de alcanzar el sol como de la que nacieron.
Y os preguntaréis... ¿Y Tk'naj, y Corvus... y Alastor?. Su historia se vivió al margen de todos esos conflictos. Tk'naj fue visto viajando por el ancho mundo intentando pasar de desapercibido buscando un lugar donde depositar su fe entre templo y templo acompañado de un peregrino. Del que se dice que pudiera ser Corvus, mientras otros aseguran que solo son habladurías ya que murió mucho tiempo atrás, más allá de la "Sacra batalla". Sin embargo su sombra se ha alargado con los años y el misticismo creado con los crecientes rumores que señalan al "Ojo de Savras" durante todos estos años.
Alastor, pasó muchos años fuera de la tierras civilizadas, dicen que encontró aquello que buscaba en las tierras salvajes y que allí permaneció durante años. A su regreso, y pasados 12 años tras aquel épico momento que cambió su vida se le ha vuelto a ver por las calles de Aszara, donde los que entonces fueron niños o jovenes aún lo recuerdan, y un murmullo se alza ante el interrogante que será su destino.
Re: Epilogo: Comienzo
7/6/2010, 15:26
Mini resumen del imperio, nilhen... y que fue de algunos de los heroes subid.
- JacoDios de los infiernos y las zorritas
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Re: Epilogo: Comienzo
9/6/2010, 11:24
Darren Greenhud, merece la muerte no?? xD creo que en cuanto termine los exas tendremos que retomar un poco esto
Re: Epilogo: Comienzo
9/6/2010, 12:04
pobre darren, lo que necesita es amor... digo redención para su alma etc...
- JacoDios de los infiernos y las zorritas
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Re: Epilogo: Comienzo
9/6/2010, 16:16
Redencion de esas que se dan con espada!! jejeje
- TordekHijo del Trueno
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Re: Epilogo: Comienzo
23/11/2011, 16:37
¿Se puede incluir un pequeño resumen de lo sucedido últimamente? Sería de gran ayuda
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