Sucesos post-batalla: El comienzo de un gran epílogo y futuros planes.

Bueno, tras la épica batalla y habiendo sido todos desplazados de aquel puente de piedra, dónde tuvo lugar la gran batalla entre Argan y su hasta en ese momento mejor amigo Lorgar. Una batalla de egos, de la completa dualidad entre bien y mal; que acabó condenada a la eternidad por el sacrificio de quien sin saber, precipitó la llegada de poderosas fuerzas de los infiernos, sin duda su mejor obra. La lava que hizo aparición con el enorme ser infernal, Sahamferast, provocó el derrumbe completo del puente y metros más allá en mitad del lecho descansa, envuelto en las llamas dejadas por el cuerpo del infernal, el cuerpo inerte de un gargantuesco dragón de escamas doradas, pulidas y brillantes, las cuales incluso, rozan el oro blanco en las articulaciones o zonas más nudosas, donde son más pequeñas. Solo un fulgor azulado, parece sobrevivir, en forma de espada a las llamas que lo cubren y descansa junto al cuerpo de la enorme sierpe.

La batalla se detuvo tras esa imagen, y mientras la lava se fundia con el lecho al dejar de manar, se formó una marea de guerreros a cada orilla, observando con incredulidad y admiración la verdad y el poderio de quien había sido su emperador y símbolo de hacer durante más de 1000 años.

Los restos del oscuro, yacen aún sobre los escombros del viejo puente, y su ennegrecida armadura aún es capaz de dejar escapar un brillo del metal pulido y un fulgor verdoso torno al guanteletes derecho; arropado junto a dos figuras negras dracónicas que de los escombros tambien emergen sin vida. El ejercito del Nilhen, tras su caida comenzó una huida que solo alcanzaría final al sur, y el temido ejército que estaba por llegar, jamás lo hizo. Quizá la prematura caida de su señor provocara tal situación.

Tiempos de cambio se avecinan, muchos han perecido en la batalla, grandes personalidades han dicho adios con gloria plena, y, quien sabe por cuanto tiempo serán recordados.

Algunos de los héroes finalizan su camino, otros, ven como todo acaba y deben volver a empezar, y aún así, todos y cada uno de ellos recibirá su pequeña porción de gloria, que por derecho la historia les debe.

Ahora es momento de que todos y cada uno de ellos sopese y piense acerca de lo que los vientos traerán, de que harán tras la batalla, aún en el campo de batalla, días e incluso meses o años después. Nadie, ni si quiera los dioses saben cuando los caminos de quienes hicieron historia como muchos volverán a unirse caprichosos en post de una hazaña quien sabe si mayor.

Pues Bien, Valkarion se acercará al cuerpo del emperador y guardará la espada en su bolsa, para luego, encontrar la forma de evitar otra guerra, pero esta entre los propios imperiales.

Posibles salidas:
Esconder la espada con la ayuda de Darkhal y Aldeir, para que nadie la encuentre nunca y cargar con todas las culpas, probablemente tachado de traidor, pero al no haber espada, las ordenes no tendrán tantas razones para discutir y terminar matándose entre si por chuminadas materiales.

La otra, es convencer a las ordenes, de que creen un lugar para proteger la espada de forma conjunta y desde el cual, gobernar entre todos.

La idea, es acercarse al Emperador, mostrarle mis respetos y rezarle, pidiéndole consejo, para continuar su obra, proteger a las gentes del imperio, no estaría de mas alguna escama suelta como recuerdo, me haría un amuleto. (aunque una armadura molaría un montón xD)

Tras esto, volvería con las tropas, las reorganizaría, aseguraríamos la zona y montaríamos un nuevo campamento, para atender a los heridos etc.


Otras cosas:
1º- Traer de vuelta a los héroes caídos, es decir, resucitar a Guils el Barbudo (se escribe así? o es en algún idioma sahamferánico?) Pues a pesar de sus errores, al final, encontró la iluminación e hizo lo que debía, ni mas ni menos que dar su vida para salvar a todos los demás.
Tras resucitarle, trataría de redimirle (por ahora, rober ha accedido, no se si habrá cambiado de opinión)

2º- Traer de vuelta a Argan, lo intentaría con lorgar pero sin resultados, puesto que fran no quiere.

3º- Llegar a ser un maestre de los Caballeros del Amanecer.

4º- Mandar reformar mi armadura, dejando atrás los leones, para dar paso a un gran dragón dorado, que cobra forma a lo largo, alto y ancho de la armadura (una armadura muy friki)

5º- Crear el culto al Dragón emperador, a nuestro salvador, el que veló por todos nosotros durante mas de mil años y al final, dio su vida por todos nosotros sin pedir nada a cambio, simplemente, que nos salváramos, es decir, darle trato de deidad.
En el templo de Lathander, iba a haber un altar en un costado, consagrado al emperador, este ahora, consistirá en dos estatuas mirándose fijamente, mientras sostienen lo que sería la parte plana del altar, una sería su forma humana y la otra, del mismo tamaño, sería su forma dracónica.

por ahora, no se me ocurre mas, así que ya te diré, lo de ir a liberar a los esclavos de narfell etc, dale tiempo, hay cosas mas importantes ahora, como por ejemplo, evitar que el imperio se desmorone.

Combatir contra Lorgar durante toda la eternidad. Por la gloria de Heironius.

Hacer que alguien resucite al emperador con un deseo ilimitado o un milagro y que siga gobernando el Imperio durante otros 1000 años, y sacar a Argan de la batalla eterna.

...Entonces, Lorgar quedará siendo golpeado toda la eternidad por Argan...
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FIN