Tk'Naj y su amada amada amada espada de plata!!!!

Bueno creo que asi seria mas o menos la espada de plata de Tk'Naj pero cuando la empuña la plata fluye ^^

La calma encontro refugio en Tk'Naj tras años de persecución, por primera vez conseguia emplear todo sua alma en su verdadera pasión, y estando en una gran ciudad le proporcionaba los medios. Sus dias eran cada vez mas escasos , pero eso no le perturbo, logro la calma suficiente para relajarse y al calor de la forja templo su alma herida durante X noches.

Los comienzos fueron torpes, el tacto del metal le resultaba basto, no recordaba otra forma de él que no fuera afilada y mortal, que no fuera para otro arte que el de aplastar a su oponente. Así que escucho , saboreo; se fundió en uno con el metal. Ya no pensaba, no le hacia falta, sus manos sabían que era necesario en cada momento, así que disfruto de ese plano elemental y nuevas aleaciones fueron creadas durante esas noches.

Aun en ese Nirvana, su mente sabia lo que era necesario, consciente del desgaste fisico al que veia sometido, dedico sus horas de descanso a la recolección de todos los conocimientos de los Mundos en los que el alma del Gizyanki había estado. Confeccionando así lo que iba a ser el principio del que en un futuro seria llamado "El Manual de los Planos".

Por fin al alba de su ultima noche en Rackvereling el hechizo se desvaneció dejando al pobre infeliz de Tk'Naj desprotegido ante las miradas de cientos de curiosos y el estruendo de metal cayendo al suelo termino de desembotar la afilada mente. Huyo de la escena al sentirse asaltado en su templo y no volvió a ser visto por la forja del castillo. Desde entonces y tras muchos años se sigue hablando de un espíritu de piel verduzca que en una noche forjo tantas armas como los regimientos de la ciudad necesitarían en años, de como el metal obedecia sus ordenes, trabajandose el mismo para crear filos únicos. De entre todos ellos destacó una fabulosa espada de hueso en tonos Rojizos y de la cual se dice que siempre retorna a su legitimo dueño protegiendole de todo dalo aunque no sea empuñada.


Lo que es seguro es que Nunca volvió a ser lo mismo para nadie que hubiese estado en el Templo (forja), y hasta los aprendices menos aptos se dice que se convirtieron en grandes herreros al poco tiempo.