Historia de y carácter de Slanalan

Historia:

Adán Alcaide, o Slanalan (Nombre de superhéroe) tiempo antes de su incorporación a Globex, no hacia demasiado que había descubierto sus poderes con tan solo 16, sin explicarselo y sin conocer el motivo aparente. Vivía solo con su hermana, Elena Alcaide (Unos 7 años menor), de la cual se hacia cargo con la supervisión de su abuelo, que era cuanto le quedaba. El descubrimiento de su Psicocinesis le llevó a que fruto de la edad y la irresponsabilidad, comenzara a aprovecharse de algunos de los matices de la vida cotidiana, hasta que empezó a jugar con algo más serio y acabó metido de lleno en un problema con mafias.
Después del suceso televisivo que protagonizó al destrozar una furgoneta con un solo gesto, que fue tan sonado que tardó el tiempo suficiente para que la gente fuera olvidandolo en aparecer y aceptar la protección y "adiestramiento" de Globex para trabajar para ellos. Sin embargo ese suceso ocultaba tras de si el intento de supervivencia de Adán ante la mafia liderada por un polaco, Lev Stracinsky, el cual amenazó su entorno visitando a su hermana a la salida del colegio (Debido a algún ajuste de cuentas a raiz de sus poderes), a la cual pudo poner a salvo antes de que una vez desatado el caos, la furgoneta volara varios metros hacia atras destrozada. El suceso quedó grabado, y no volvió a oir a hablar de Lev hasta comenzar a trabajar en Globex.

Su adaptación fue algo dificil, a fin de cuentas, Adán no era más que un muchacho que había pasado de "divertirse" con sus poderes a trabajar para una multinacional enorme dedicada a la seguridad y protección empleando personal entrenado, y lo que denominaban como metahumanos, algo donde también se vió incluido. En varios meses su sentido del deber, y la responsabilidad se vió acentuado viendo las consecuencias de sus actos, los cuales habían puesto en peligro a su hermana y a otros tantos desconocidos, a los cuales ahora tenia la obligación de proteger.
Despues de terminar de controlar sus poderes y varios trabajos menos ligados con su condición se le incorporó al grupo de metahumanos al cual no tardó mucho en adaptarse y donde empezó a comprender el verdadero peligro del cual todos estan indefensos ante la aparición del poderoso ser conocido como Omega y sus drones.

La movilización de un grupo de terroristas en la cual sonaba el nombre de Stracinsky fue sin duda lo que más despertó su convicción y deber por lo que hacia, y le dió un motivo más para continuar ejerciendo de superhéroe dadas sus enormes capacidades telequinéticas. Su desaparición cuando todo acabó y la aparición de otros terroristas hicieron que le perdieran la pista, y pese a no ser el objetivo prioritario, era el principal motivo de la total implicación en el asunto de el en ese momento Slanalan.

Situaciones como esa se empezaron a convertir en enormes sucesos que lo mantenían apartado de a quien más quería proteger, y su actitud y carácter se agriaron con el tiempo, más deseoso de terminar con su deber y regresar para disfrutar de un tiempo de descanso y normalidad que poco a poco comenzaban a nublarse y parecerse a una utopía.
Hubo numerosas condiciones que forzaron sus límites hasta la extenuación y pusieron a prueba su voluntad y moldearon su forma de ser, sucesos como el viaje temporal donde conoció al que pudo ser él, sucesos como el preludio de la guerra en la que persiguieron a un grupo de ladrones con supertecnología que acabó enviandoles a una dimensión alternativa.
Allí fue donde experimentó el poder absoluto, donde vivió como uno más, limitando sus poderes, y recordando el tiempo en el que no sabía que existían. Aquello, además de la pesencia del guante del astronomicón que tuvo que ser usado por él para regresar a casa y vivió en la percepción del todo, cuya sensación lo envolvió y cautivó hasta el punto de que al retirarselo tuvo miedo de volverselo a poner. Lo pusieron bajo seguro, crearon las camaras necesarias para protegerlo, y con la guerra ya empezada llegó el dia en que intentaron apoderarse de él, la figura que ya vió con el guante puesto y que hasta en ese momento no había tenido un mayor sentido.
La pérdida del guante lo condicionó a una cruzada, que compartia con alguno de sus compañeros, deseosos de acabar con mal capaz de tragarse mundos si no se controlaba tal poder.

El tiempo pasó y la guerra se prolongó bajo la presencia de una organización llamada "Shadow", que retomaba la base del nazismo y tenían sus propios superhéroes basandose en la raza aria impulsados en su principio por un ser tan poderoso que obstentaba el nombre de Superior.
Sin embargo el mayor reto que encontró en el transcurso de acontecimientos fue cuando creyó ver a su hermana atraer algo que levitaba hacia ella, y el miedo se convirtió en horror cuando descubrió que al igual que él, aunque mucho más jóven, ella comenzaba a desarrollar poderes similares. Tenía miedo, pero no por lo que ella pudiera hacer, sino porque no le deseaba su vida a ella y sabía que si alguien lo descubría se vería obligada a tomar su mismo camino.
Aquello se fue acentuando, y por más que se esforzaba en pedirla que tuviera cuidado siempre la veía en alguna manifestación de sus poderes.
Lamentaba no tener más tiempo para tratarlo, pero tenía que irse, Slanalan tenía que ir con la mayor movilizacion de fuerzas de superhéroes unidos a rescatar a la liga de la libertad y acabar con "Shadow". En la Antartida es donde se encontraba la gran base y su enorme capacidad para concentrarse, y abstraerse de lo demás cumplió como sus compañeros una gran labor que sirvió para sacar de allí a los grandes superhéroes de Liberty City. Aquello significó el final de la guerra, algo que lo llenó de júbilo, aunque sentía que era en mayor grado por disfrutar de mayor tiempo con lo que quedaba de su familia.

Durante el tiempo que pasó al acabar la guerra, tan solo se vió interrumpido por avisos menores que no suponían un exceso de esfuerzo y pudo relajarse y disfrutar de la normalidad que tanto ansiaba con su hermana. Su mente pudo descansar, sus músculos destensarse y poco a poco comenzaba a hacerle comprender a su hermana lo que en ella estaba despertando y que aún podía elegir que vida tomar.
Uno de esos días les sorprendió un tiroteo repentino en una calle cercana, como Adán puso a salvo a su hermana, pero sabía que Slanalan no podría irse sin más, y tras hacerla prometer que no se movería subió a un edificio dispuesto a resolver el entuerto sin dejarse ver demasiado. Una vez en posición vió a un grupo de enmascaros utilizando una furgoneta como cobertura, y tan solo tuvo que pensaro y un sutil gesto con una mano hizo caer los cargadores, aunque en ese preciso momento, lo estaban esperando, era Stracinsky, embutido en una armadura tecnológica. Slanalan arremetió para abatirlo, una, dos, hasta tres veces sin éxito y el antiguo capo se avalanzó hacia él con la trampa en su punto álgido, lo apreso y comenzó a golpearlo repetidas veces, atravesando una y otra vez el en ese momento inútil campo de fuerza. Jamás, incluso ante Shadow vió negados sus poderes de esa manera, lo asustó y friamente supo que en una trampa no existe victoria, cuando logro zafarse una luz brillante e incandescente impactó en Stracinsky que acabo con la armadura destrozada sobre la Furgoneta. Aquella imagen jamás la olvidaría, su hermana, envuelta en unas extrañas luces había sido quien desplegó todo ese poder. Sin embargo no pudo ver mucho más, ya que sus heridas le hicieron perder la consciencia apenas segundos despues.
Durante su recuperación, el miedo de su hermana por lo que la estaba pasando, se traslado a él por su futuro, la interrogó, la instó, e incluso sin quererlo la hostigó para saber que había pasado entonces, y como había sido capaz. Los dias que lo precedieron se nublaron de incertidumbre, el agradecimiento y orgullo que sentía por su hermana tras salvarle la vida palidecía ante el inmenso poder descontrolado que albergaba. Y llegó el dia, en el que el guante del Astronomicón apareció con el martillo que en teoría lo había destruido tiempo atras. Aquello sirvió de punto de inflexión y se sintió culpabilidad al tratar aquello como un alivio ante la situacion que lo estaba superando.
Argo era un ente de un poder casi ilimitado, al cual habían atrapado hace tiempo y había conseguido obtener los poderes de toda la liga de la libertad. El combate alcanzó dimensiones épicas, y los muertos resultantes de la devastación del androide no se podían contar. Se prolongó entre un intercambio constante hasta que consiguieron desarmarlo, retenerlo y destrozar el guante con el martillo de nuevo. Cuando acabó todo Slanalan solo podia pensar en la destrucción provocada por un ser capaz de controlar sus poderes, y a su regreso, aunque victorioso de su grupo, él solo podía pensar lo que estaría por llegar y que ocurriría con su hermana... a la cual desde entonces no ha vuelto a ver de la misma manera, como si hubiera algo en ella que empequeñeciera lo que hasta entonces, sus compañeros y él habían realizado hasta el momento...


continuará.