La llegada a Nochet

-Al embarcarse en el navío del comodoro Pequod, se podía sentir el peso de la carga de la bodega por el lento deslizar de la quilla en las olas; nada que un capitán con la pericia del waertagi no pudiese solucionar, puesto que pocas veces han surcado las aguas de la bahía de Sartar tan afamados marinos.

Y no sólo por su fama de marino era conocido, sino que, entre los callejones de todos los puertos de la costa maniria, se susurraban las hazañas del viejo esclavo fugitivo como corsario... Aunque poco se sabe de esto, ya que ningún barco que enarbolara banderas de un color diferente al púrpura se han visto abordadas.

A tan sólo dos días de viaje, el astuto waertagi ordenó a su tripulación comenzar su operación de disfraz: con ayuda de elementos tomados como botín a otros barcos, la nave de Pequod lucía como un barco mercante imperial, con sus esclavos de piel azulada a bordo...

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Al finalizar la travesía, y animado por el graznido de las gaviotas y el tañir de las campanas en los muelles, Pequod saludó a Nochet, fértil tierra llena de oportunidades y, por supuesto, de confiados imperiales a los que despojar de sus embarcaciones...

SI!!! AVENTURA!!!